Stephanie Dalmazzo

La maternidad es una experiencia gratificante, que muchas mujeres asumen felices, pero cuando se es adolescente la noticia de ser madres puede representar angustia, tristeza, desesperación e infinidad de sentimientos contradictorios.


Probablemente estés en la escuela aún y te preguntas cómo harás para culminar tus estudios con un embarazo a cuestas o qué futuro le esperará a tu bebé al lado de una persona tan joven e inexperta.

A tu edad los temores deben multiplicarse por mil, sin embargo muchas adolescentes asumen su maternidad con responsabilidad y comprender que ahora ya no estarán solas, tendrán un pequeño a su lado al cual necesitan amar incodicionalmente.


Si eres adolescentes y estas próxima a ser madre, sería bueno que consideraras desde ahora las implicancias no sólo a nivel económico, sino tambíen requieres prepararte psicológicamente para llevar un embarazo tranquilo, centrándote más en el bebé que llevas en tu vientre, y menos en los comentarios externos acerca de tu condición.
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El abuso sexual en la infancia es un factor de riesgo para la existencia de embarazos en la adolescencia

El rechazo parental puede provocar baja autoestima y se asocia con problemas de conducta tales como bajo rendimiento escolar, agresión física y abuso de drogas. A su vez, se lo ha vinculado con actividad sexual precoz y embarazo en la adolescencia, en lo que se denomina sustitución de amor por sexo.

Investigadores de la Universidad de Colorado y de la Universidad de Rochester evaluaron la relación entre abuso sexual, físico y emocional en niños, y la edad del primer embarazo. Las cifras obtenidas luego de ajustes a parámetros como forma de vida, edad de la menarca, separación paterna, residencia urbana y tabaquismo, evidenciaron que el abuso sexual se asociaba con edades más bajas para el primer coito y el primer embarazo.

El abuso físico, por su parte, demostró pocos efectos sobre los parámetros enunciados. La existencia de abuso emocional durante la niñez tampoco modificó la edad de la primera relación sexual y el primer embarazo. La población sobre la que los investigadores llevaron a cabo este estudio consistió en 126 mujeres de raza negra que cursaban las primeras etapas de su primer embarazo. Todas ellas pertenecían a un nivel de bajos ingresos económicos, no registraban más de 2 abortos (espontáneos o inducidos) y eran solteras, desempleadas o de escaso nivel de estudios (menos de 12 años).

El cuestionario al que fueron sometidas incluyó datos sobre distintos tipos de abuso entre los 6 y los 12 años, edad de la primera relación sexual y edad del primer embarazo. Se analizaron las variables que podrían introducir confusiones (separación paterna, residencia urbana, edad de la menarca). De los resultados de su investigación, los autores sugieren que aquellas adolescentes con antecedentes de abuso sexual deberían recibir asesoramiento sobre planificación familiar. Asimismo, descartan la hipótesis de sustitución de la aceptación familiar por actividad sexual precoz. Por último, remarcan la importante asociación entre factores socioeconómicos y abuso sexual en la edad del primer embarazo, y la necesidad de llevar a cabo estudios con mujeres pertenecientes a otros grupos étnicos y socioeconómicos.

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La artista busca incentivar una adolescencia sana e hizo un llamado a vivir este período con madurez y responsabilidad.


Nicole Natalino, la joven cantante que se hizo famosa años atrás como vocalista del grupo Kudai, hoy hace noticia en su faceta de solista, con su reciente incorporación como vocera a la campaña del “Día Mundial de la Prevención del Embarazo Adolescente”.

Este Día, que en Chile está patrocinado por el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA), por la Corporación Ser Joven, y por Bayer, viene realizándose en diversos países de América Latina desde el año
2003 y se llevará a cabo de manera mundial el próximo 25 de septiembre.

El Día tiene como objetivo crear conciencia sobre el grave problema que implica a nivel de la sociedad, familias y salud pública, el creciente número de embarazos
adolescentes.

“Creo muy necesario que se promueva esta iniciativa pues se hace cargo de un tema fundamental como es la prevención de los embarazos en adolescentes”, indicó Nicole, quien agregó que con su opinión y consejos, espera poder ayudar al resto de los jóvenes a sentirse representados.

Nicole Natalino quien se declara aún una adolescente y muy conectada con ellos a través de su música, mencionó que la decisión de iniciarse sexualmente tiene que ser muy madura y luego de un profundo proceso personal.

La Dra. Verónica Gaete, especialista de la Corporación ser Joven y vocera del Día en Chile, concuerda con la visión de Nicole y mencionó que el hecho que los mensajes vengan de los jóvenes y en este caso de Nicole, le da una fuerza a la campaña que a veces no tienen los mensajes de los adultos. “Esta campaña es protagonizada por adolescentes y para adolescentes y ahí radica el fuerte del Día este año” mencionó la pediatra quien es experta en adolescencia.

Éste es Chile

Según cifras del Ministerio de Salud las tasas de fecundidad de los adolescentes chilenos entre 16 y 19 años se han mantenido en los últimos años. No obstante, los casos aún más críticos, según un estudio de Cemera, se dan en las poblaciones de menores recursos donde las tasas de embarazos en menores de 14 años son más altas.


Según la Dra. Adela Montero, vocera médica de este Día en Chile y profesora de Cemera, “hasta el 12% de los hombres y 3% de las mujeres en Chile, ha tenido su primera relación sexual antes de los 13 años y sólo un 7% se protegió con condón. Esta es la realidad, esto es lo que pasa en nuestro país", dijo la especialista, quien enfatizó en que es por esta razón que la educación sexual debe impartirse lo más temprano posible.

“En general, soy más de la idea que mientras más tarde se inicie la vida sexual, mejor y por varios motivos, siendo uno de ellos el acceso a información. En general nos estamos saltando mucho las etapas y estamos viviendo todo demasiado rápido y ahí es cuando uno comete errores de los que más adelante uno se arrepiente”, concluyó Nicole.
Bárbara Rivera

Decir a los padres que estas embarazada es muy difícil, pero en una situación tan compleja de un embarazo no deseado, ser una mujer madura y decir la verdad es lo primero para resolver el problema. Y, en la mayoría de los casos, el mejor apoyo lo tendrás de quien te quiere y conoce, y ese probablemente es tu padre o tu madre.

Consejos para decir a los padres que está embarazada

- Tienes que decirlo tu misma que estás embarazada, no dejar pasar el tiempo o que tus padres se enteren por otra persona.

- Lleva tus padres a un lugar informal, tranquilo donde sea mas fácil que se controlen, un parque o a comer a un restaurante, por ejemplo. Un lugar público les obligará a controlarse y pensar antes que gritar.

- Diles que te harás completamente responsable del bebé, asumir las consecuencias de tus actos, y que se den cuenta de que actúas con madurez.

- También es necesario que sepan si tu novio se hará responsable y enfrontará las mismas consecuencias de sus actos.

- Cuando hables con ellos necesitas tener resuelto lo que va a pasar, si vas a tener el hijo, si abortarás, si te casarás, si te quedas a vivir con tus padres… La vida es tuya y por eso es hora de hacerte responsable de tus actos.

Nadie puede prever como van a reaccionar tus padres, sin embargo, la verdad siempre es mejor y recuerda que después de la tormenta siempre viene la calma.

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Constituye un gran desafío para los adolescentes, las familias con hijos adolescentes, los profesionales que atienden adolescentes, los educadores y la sociedad en general, evitar que las adolescentes se embaracen en forma no planificada. Los esfuerzos deben estar orientados a la prevención primaria y, en este sentido, existe razonable consenso en que la promoción de la abstinencia sexual es un punto central de la atención del adolescente.

Junto con prevenir el primer embarazo no deseado o no planificado, también es necesario buscar estrategias para la prevención de un nuevo embarazo de las mismas características.

La Academia Americana de Pediatría señala que los pediatras debieran estimular a los adolescentes a que pospongan la actividad sexual, y que los médicos tienen un rol importante en aconsejar la abstinencia. Lo anterior es válido para todos los profesionales que trabajan con adolescentes.

Los factores asociados al inicio de la actividad sexual, según la Academia Americana de Pediatría, y que constituyen importante orientación para los programas, son los siguientes:

Inicio temprano

  • Pubertad temprana
  • Abuso sexual
  • Ausencia de padres apoyadores
  • Mal rendimiento escolar
  • Participación en otras actividades de riesgo
  • Pobreza
  • Enfermedad mental

Inicio tardío

  • Enfasis en abstinencia
  • Orientación a cumplimiento de metas
  • Consistencia y firmeza de los padres en disciplina
  • Buen rendimiento escolar
  • Participación regular en lugares de culto religioso

En todo control de supervisión de salud del adolescente se debe realizar consejería en sexualidad, con contenidos acordes a la etapa de desarrollo del joven. Esta educación debe ser integral, fomentando valores, con énfasis en el desarrollo de actitudes y habilidades que promuevan la postergación de la vida sexual activa y el logro de la abstinencia.

Sin embargo, frente a adolescentes sexualmente activos se debe entregar información de los distintos métodos anticonceptivos existentes, su eficacia, sus ventajas y desventajas, cómo obtenerlos y precauciones en su uso. Es imprescindible que sea el/la adolescente quien (idealmente junto su pareja, familiar u otro adulto acompañante) tome la decisión de usar o no algún método y cuál.

Existen numerosas experiencias con programas de educación sexual para prevenir la ocurrencia embarazos en adolescentes. La gran mayoría basan su estrategia en la entrega de información sobre la fisiología de la reproducción humana, promoviendo el uso de métodos anticonceptivos; ellos no han tenido resultados muy impactantes, de modo que las tendencias en las tasas de fecundidad en adolescentes o de abortos en este grupo etario no se han reducido en la magnitud esperada.

Existe consenso entre los expertos que una adecuada educación sexual contribuye positivamente y que no aumenta la frecuencia de actividad sexual precoz. Ello confirma la necesidad de desarrollar programas destinados a fortalecer las habilidades y capacidades de los adolescentes para resistir la presión de los pares

En diversos países, se han desarrollado programas con el objetivo señalado.

En Chile se está desarrollando, desde 1994 por el Centro de Estudios de la Biología de la Reproducción (CEBRE) de la P. Universidad Católica de Chile, un programa de educación sexual holística "Teen Star". La metodología fue elaborado por el Centro de Planificación Natural de la Familia (Washington DC) y ha sido aplicado exitosamente en numerosos países.

Se basa en una educación sexual que "permita al joven integrar su capacidad biológica de ser padre a su persona, y ayudarlo a comprender que la sexualidad manifiesta su verdadero significado al entenderse como un sincero don de sí mismo en el amor, buscando la felicidad en el darse más que en el recibir".

El programa se centra en el trabajo con los jóvenes en tres áreas: mejorando la propia identidad y autoestima, valorando su libertad y capacidad de decisión y desarrollando el respeto por el don de la vida. Los temas se abordan en los hogares, con los padres, dirigidos por monitores especialmente capacitados; así, los aspectos biológicos quedan insertos en un marco valórico que orienta y da sentido a los temas analizados. Teen Star ha sido bien evaluado por los jóvenes, sus padres y educadores, principales protagonistas del programa, quienes han destacado el énfasis integrador de la metodología diseñada y el importante crecimiento personal de los jóvenes.

Las evaluaciones realizadas por Teen Star Chile en centros educacionales de distintas características, y aplicado por grupos de monitores diferentes, mostraron una tasa de transición (de vírgenes a no vírgenes) de 4,0% en el grupo participante del programa comparada con una tasa de 14,4% en el grupo control, (p<0,05).

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Existen numerosas publicaciones que documentan el impacto negativo del embarazo precoz, especialmente con edad ginecológica inferior a 2 años. Este se expresa en aspectos biológicos y psicosociales de la madre y del hijo (los más estudiados) así como del padre y de las familias de origen.

En la madre adolescente

Entre los aspectos biológicos destaca mayor riesgo de anemia, sindrome hipertensivo, infección urinaria, así como aumento del riesgo de aborto, de complicaciones del aborto y aún de mortalidad materna. Cabe destacar, sin embargo, que cuando la adolescente embarazada recibe atención oportuna, suficiente y de calidad apropiada a sus particulares necesidades, estos riesgos disminuyen notoriamente.

Aborto y Mortalidad Materna: La mortalidad materna de las adolescentes está relacionada con la mortalidad materna general, siendo más alta en los países en que la mortalidad materna total es mayor; contribuyen a ésta, la baja condición social de la mujer, la ausencia de servicios de atención materna, y la falta de aplicación de tecnologías apropiadas.

La mortalidad materna es 50 veces más alta en las adolescentes de América Latina comparadas con las de los Estados Unidos de América y Canadá (cifras entre 15 y 20 en Perú y Ecuador versus 0,4 y 0,1 muertes por complicaciones de embarazo parto y puerperio por 100.000 mujeres de 15 a 24 años). 25 a 30% de la mortalidad materna está determinada por el aborto, siendo la tasa más alta la de Perú, con 4,8.

Establecer la frecuencia real de abortos provocados en la Región de las Américas es difícil. En algunos países, como Cuba y los Estados Unidos, la legislación permite la interrupción del embarazo, mientras en otros la legislación la prohibe y está penada por la ley. En Estados Unidos, la razón de abortos para el grupo de menores de 15 años es de 133 por 100 nacidos vivos, cifra que se reduce a la mitad en el grupo de 15 a 19 años (la razón para todas las edades es de 34 por 100 nacidos vivos). En Cuba, 1 de cada 4 abortos se realiza en una menor de 20. Estudios a pequeña escala en Brasil, Colombia y Perú indican que 1 de cada 10 mujeres hospitalizadas por aborto tiene menos de 20 años. En general, un 30% de la mortalidad por aborto en América Latina se produce en mujeres de 24 años o menos.

En cuanto a los aspectos psicosociales, destaca el riesgo de deserción escolar y baja escolaridad definitiva; ello se acompaña, a futuro, de desempleo más frecuente, e ingreso económico reducido de por vida. Asimismo, hay mayor riesgo de separación, divorcio y abandono. A ello se agrega un mayor número de hijos. Así, el embarazo de la adolescente afecta su proyecto de vida en todos sus aspectos.

En el hijo de madre adolescente

El hijo de madre adolescente tiene, en general, mayores riesgos que el de madre de más de 20 años. Este riesgo se expresa en mayor frecuencia de bajo peso de nacimiento y de morbilidad en el período perinatal (incluyendo malformaciones congénitas) y posteriormente; mayor probabilidad de desnutrición y retardo en el desarrollo psicomotor y afectivo, tasas más altas de mortalidad en la infancia, y mayor riesgo de negligencia y maltrato.

Cabe agregar que estos riesgos suelen verse agravados por la condición de "ilegitimidad" que aún se mantiene en muchos países de América Latina y que limita el ejercicio de los derechos del hijo e incluso su acceso a servicios de salud.

En el padre adolescente

En el padre adolescente se ha descrito aumento del estrés y mayor frecuencia de trastornos emocionales. En ocasiones, estos problemas se desencadenan por una reacción negativa del medio que lo rodea o por la exclusión de la vida del hijo a que la madre adolescente y su familia pudieran someterlo.

En los aspectos sociales, se observa mayor frecuencia de deserción escolar que a futuro condiciona trabajos e ingresos de menor nivel que sus pares. También presentan mayor probabilidad de separación y divorcio.

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Etapa de adolescencia temprana

El foco de preocupación es su propio cuerpo y la separación de la madre. No hay concepto de desarrollo de una vida individual y no son capaces de dibujar un bebé de aspecto real. No hay lugar para el padre en sus planes.

El tema de la maternidad provoca depresión y aislamiento. Puede presentarse una incidencia elevada de trastornos emocionales y negación patológica.

Etapa de adolescencia media

El foco de desarrollo es el establecimiento de la identidad y de la feminidad. Es frecuente el gran vaivén de los estados de ánimo, de sentirse aislada, rechazada, no querida pasa a la euforia sintiéndose querida y popular. El embarazo, por ende, puede ser visto el mismo día como una amenaza peligrosa o como una oportunidad que brindará madurez y crea expectativas

Su actitud es ambivalente, de orgullo y de culpa: la madre perfecta con su bebé y la desesperación por las responsabilidades que se le vienen encima.

El padre tiene un lugar y es considerado importante como una esperanza en el futuro.

Etapa de adolescencia tardía

El foco del desarrollo es la consolidación de la identidad y de las relaciones interpersonales, por lo que el embarazo puede ser visto como una forma de consolidar la intimidad y comprometer al varón como un futuro compañero.

Es en la etapa de la adolescencia tardía que se ve el impacto de la realidad y las jóvenes desarrollan gran preocupación por adaptarse a su rol de madre: sentimientos maternales protectores y sensación de anticipación del hijo.

Bárbara Rivera

"Tengo 17 años y estoy muy orgullosa de que en mi vida haya una personita tan especial, de diez meses de vida: Andrés A. Zabala, mi hijo. Desde que él llegó, mi vida cambió, en todo, y eso no se va a borrar, se lleva adentro siempre... Cuando Andrés no existía, yo hacía una vida normal de adolescente: salía con amigas, iba a bailar, al colegio y me quedaba en algún lugar, llegaba tarde a casa, miraba tele hasta cualquier hora... Siento mucho que con mi pareja no hayamos podido formar una familia para Andrés. Este es un espacio para Andrés y para mí. Sabía de los riesgos de quedar embarazada, tenía información de todos lados, pero... pasó. Creía que a mí no me iba a pasar. Tenía una semana y media de embarazo y ya sospechaba porque notaba un cambio raro en mi cuerpo, pero no entendía qué pasaba. Increíble que ya hubiera una pista. Pasaban los días y esperaba una señal de no estar embarazada".

"Me compré un test de embarazo y mi pareja me apoyó para que lo hiciera. Les conté a mis amigas cuando volvimos a clase. Mi amiga Nadia me ayudó a decidirme. Cuando recuerdo ese momento, todos los recuerdos desfilan delante de mis ojos. El test dio positivo. Nos abrazamos con Nadia. En seguida quedé atónita, pero sonreí. En casa, lo llamé al papá de Andrés y le dije: "¡Hola! Adiviná qué noticia tengo para vos...". Y se puso re contento".

"En casa no podía hablar todavía, tenía miedo y dudas. Mis amigas me alentaron para que hablase con las preceptoras. Me insistían para que le contase a mi mamá pero me daban unas palpitaciones terribles. Además, no lo iba a poder esconder por mucho tiempo. Por fin, me acerqué a una psicóloga y hablé con ella. Pude contarle a mi mamá. El cuerpo se me puso tembloroso. Se lo imaginaba. Se ofreció a acompañarme si yo lo veía necesario. Todos los aceptaban, menos mi papá. «él no me hablaba. Pero dos meses antes del nacimiento, volvió a hablarme y hoy me ayuda en todo y lo cuida".

"Me hice todo tipo de estudios y me atendieron de lo mejor. No me faltó nada. Seguía estudiando, con panza y todo. Sentía todas las pataditas y movimientos, hasta que la obstetra me indicó que no fuera más al colegio para evitar cualquier accidente. Tomé licencia. Teníamos el presentimiento de que iba a ser varón, y con una ecografía lo confirmó. Llegó el día. Era jueves y me dirigía al hospital con mi mamá y con los bolsos. A la noche empezó la batalla. Comencé a llorar, me asusté: tenía seis centímetros de dilatación. Estaba sola. Una enfermera me abrazó y me calmó: "Todo va a salir bien". Me vistieron con el traje de parto. Pensé: "No podés escaparte. Hace fuerza una vez más, que ya nace Andrés". Una fuerza se apoderó de mí y... nació morado pero hermoso. Cuando lo tuve cara a cara me olvidé de todo el dolor que sentí al traerlo al mundo. Me miraba con ojitos tiernos. Llegaron el papá y toda la familia".

"Me llevé cinco materias, pero las rendí todas. Aprobé y pasé a 4º año. Andrés crecía y volví a estudiar. Tuve que pasarme al turno mañana para estar con él. Me costó mucho dejar a mis amigos de la tarde y adaptarme a nuevos compañeros. En las materias me concentro menos que antes, pero veo las cosas desde otro punto de vista, y eso para mí es bueno. Pienso esforzarme para terminar 5º. Sé que Andrés va a estar a mi lado hasta que sea una viejita, que me va a devolver todo el amor que le dedico. Aprendí mucho al lado de mi bebé. Estoy muy agradecida a todos los que me ayudaron, a mi familia, mis amigos. Gracias a mis profesores, a la escuela que me enseñó cuáles eran mis derechos."


[Como muchas otras adolescentes, luchan por llevar adelante sus tantas tareas del colegio como las maternales.

Nos sorprende que el modelo del matrimonio tradicional fue dando paso a estas nuevas familias en que los jóvenes cargan, además de la mochila en sus espaldas, una nueva mochila en los brazos, pequeña, dulce e indefensa: su bebé]
Carmen Sánchez
Carmen Sánchez